Uno de los mayores problemas que afrontan las empresas hoy en día es la falta de retorno de la inversión realizada para crear una web. Generalmente la decisión de crear una página web nace por eso de tener presencia online o no querer ser menos que la competencia y el proceso en todos los casos es similar al siguiente:
- Contratar a una agencia de diseño o freelance independiente (al que pagan con recursos de otra partida).
- Meses de sobrecarga en el trabajo regular (pues no hay nadie con la función específica para defender los intereses online).
- Puesta online del nuevo proyecto.
- Pasados 3 años (en algunos casos menos), cuando los contenidos, tecnología o alguien no le gusta el diseño, se vuelve a iniciar el ciclo en el punto 1.
Imaginemos que hemos comprado una casa nueva y al cabo de 3 años le aparecen goteras. Es una verdadera lástima, pero, que elegimos: derrumbar toda la casa o contratar un profesional para que nos arregle el tejado? Yo personalmente elijo la segunda opción y me imagino que obviamente no soy el único en elegir un sistema evolutivo basado en el mantenimiento en lugar de un sistema destructivo basado en reconstruir todo de cero.
Porqué sucede esto pues en ciertos ámbitos como las casas, los coches, reparación de maquinaria de empresa, evolución de las versiones de software…?
El primer motivo es evidente, pues pocas matemáticas hacen falta para demostrar que nunca compensaríamos el retorno de la inversión de construir una nueva vivienda en comparación a reparar averías puntuales. En cambio en la web, mucho más económica en comparación, nos es fácil caer en la tentación y el planteamiento inicial de hacer una nueva y arreglar todo de una.
En la fase inicial de creación afloran la emoción. Cuantas veces debo de haber escuchado el siguiente planteamiento?
«Venga, hagamos otra página web y así arreglamos todos los errores de una y así actualizamos los contenidos y aprovechamos para hacer un nuevo diseño».
Parece atractivo, pero el problema viene de base. Como dice Jakob Nielsen, experto en tests de usabilidad web, cualquier regla en el mundo real generalmente no va a funcionar en el mundo virtual. Así pues, no vamos a tener una casa nueva, más grande y mejor pintada. Este es un planteamiento destructivo y en realidad lo que se logra es destruir un montón de información valiosa que nos permitiría aplicar ajustes y por lo tanto evolucionar. Así pues, el siguiente ciclo basado en la evolución de la web es realmente mejor:
- Creación y lanzamiento de la web.
- Test de funcionamiento.
- Refinar los puntos detectados en el análisis.
Con este ciclo realizamos mejora continua para ir detectando los cuellos de botella y podemos enfocar así toda nuestra energía en una sola cosa: en lograr los objetivos de nuestra web.
Así el primer paso en la planificación será siempre definir los objetivos para nuestra web y en torno a eso iremos realizando acciones de mejora continua y asociándoles métodos de medir su porcentaje de éxito y fracaso. Con este sistema evolutivo lograremos los siguientes beneficios:
- Realizar acciones financieras prudentes con las que nos será más fácil detectar el retorno de la inversión realizada.
- En cada pequeña mejora realizada lograremos el efecto positivo de que se hable más de nuestra web y obtener más visitantes.
- Lograremos causar mejor impresión a nuestros usuarios, pues mostramos compromiso con el trabajo que realizamos.
- Es una ocasión para contactar con ellos y contarles nuestras mejoras realizadas, potenciando la fidelización y ganas de volver a la web.
- Nos desmarcamos de la competencia, ganando un pequeño paso en cada acción de mejora.
- Evitamos perdida de usuarios, pues una web es un sitio complejo y a menudo difícil de navegar. Con la evolución son cambios pequeños más fáciles de asemejar por parte de los usuarios.
- Más fácil y económico, pues si nos enfocamos en un punto concreto es fácil testear y detectar el error en comparación a un nuevo sitio web completo.
Realmente este es un tema poco afrontado en el desarrollo web, ya sea por falta de conocimiento o por la creencia por parte del desarrollador web que así ganará más. Realmente todos hemos cometido errores de este tipo, pero la experiencia demuestra claramente que en el largo camino es la decisión más rentable. Puede incluso que en alguna ocasión toque derribar la casa porqué su estado realmente lo requiera, pero es mejor pedir antes un informe al que personalmente llamo Análisis Competitivo con el que obtendremos el estado real de la web, del mercado y el asesoramiento de un profesional y que además nos servirá para enfocar el nuevo proyecto si se requiere necesario. Será sin duda dinero bien invertido antes de empezar un proyecto, pues nos permitirá interactuar con el profesional y realizar la web con otra agencia si lo creemos conveniente.
En conclusión podemos interpretar la web como un niño que va creciendo y evolucionando para lograr sus objetivos y que llegará a ellos si se organiza y trabaja bien. En otro artículo contaré como trabajar las micro etapas de mejora continua y añadir formas de medir los resultados. Para los que tengan más curiosidad aquí os dejo el libro de Paul Boag «Building Websites for Return on Investment».
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